Nuestra andadura efectiva en el mundo del Dobermann comienza en el año 92 en el ámbito de las exposiciones de belleza. Esta etapa únicamente nos sirvió para apreciar la progresiva pérdida del carácter y esencia de nuestra raza y el deterioro del mismo para tareas de utilidad y protección. Lo cual resulta nefasto dado que en su origen, Louis Dobermann la creó para dichos menesteres.

Además, algunos jueces han ejercido una influencia negativa sobre el desarrollo morfológico de la raza, con el fomento de ejemplares masivos, carentes de funcionalidad y que cada vez han ido separándose mas de lo que marca el estándar, que por cierto no ha variado. Esto ha propiciado que nos planteáramos una modificación gradual de nuestro ejemplar ideal de dobermann, que se ajuste más al estándar en todos sus aspectos, con mayor funcionalidad y como consecuencia de ello, mejor salud y longevidad.

 

 

 

 

 

Nuestra meta dentro de la cría es la obtención de EJEMPLARES DE EXCELENTE MORFOLOGÍA Y DE CARÁCTER EXCEPCIONAL, entendiendo que nuestro perro es un animal de familia, pero sin perder de vista las cualidades de raza de utilidad y protección para la que fue creado y seleccionado en su origen. Bajo este punto de vista utilizamos el trabajo deportivo como medio de determinación de las características psicológicas de nuestros ejemplares siempre en aras a mejorarlas. Porque diga lo que diga, quien lo diga, todo, absolutamente todo, es susceptible de mejora. Y en ello estamos.